ARTÍCULOS

ARTÍCULO Nº 1

¿Qué hacen y qué pueden hacer las AMPAs?


Promueven la gestión participativa, acercan la escuela al medio y asesoran a las familias. Desde estos colectivos, los padres y madres se organizan para contribuir a mejorar el sistema educativo. Quedan aún importantes retos por conseguir, como la escolarización plena, el reparto equilibrado del alumnado desfavorecido o la adecuación de los deberes escolares.

El movimiento asociativo de padres y madres representa un modelo de participación social fruto de la iniciativa de un colectivo que comparte unos objetivos comunes, sin ningún tipo de dirigismo o de potenciación política específica por parte de las Administraciones. Los padres y madres se ponen manos a la obra para conseguir cotas más altas de calidad en los centros, denunciando —o a veces supliendo con sus aportaciones— las deficiencias del sistema educativo. Se corresponsabilizan de un conjunto de actividades que propician la cohesión social de la comunidad escolar; generan un espacio educativo para las familias mediante las escuelas de padres; crean un marco en el cual debatir el funcionamiento del centro; acercan, en fin, la escuela al entorno. En un momento de crisis de los valores sociales, las AMPAs son un movimiento cívico que se debe potenciar. En primer lugar, estas asociaciones trabajan para asesorar y orientar a los padres y madres en todos aquellos aspectos relacionados con la educación de sus hijos e hijas; el objetivo de esta labor de asesoramiento consiste fundamentalmente en resolver y aclarar cuestiones que inciden directamente en la relación de las familias con el centro y, en algunos casos, con la educación de sus hijos. Pero esta labor también tiene una dimensión colectiva muy importante, que el AMPA desarrolla a través de asambleas informativas y de la convocatoria de reuniones específicas. En muchas ocasiones, el asesoramiento se convierte también en algo puntual o genérico, relacionado con la marcha del curso o con los problemas concretos que puedan surgir.
Sin embargo, el AMPA tiene que plantearse este trabajo de una forma sistemática y abordar temas que tengan mayor calado para el conjunto de las familias. Entre ellos figurarían el análisis y la reflexión sobre los resultados del rendimiento escolar, la potenciación de la relación tutor-familia en el marco de las tutorías, o
aprender a realizar un seguimiento relacionado con el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas.
La colaboración en todas aquellas actividades educativas que se lleven a cabo en el centro es una labor ineludible. Este tipo de actividades coordinadas por las familias y el profesorado posee un potencial formidable para desarrollar las relaciones, eliminar suspicacias y superar el desencuentro que a veces reina en los centros.
Dentro de estas actividades de colaboración merece destacarse la puesta en funcionamiento de talleres educativos con temáticas de lo más variados. En el artículo “Quince ejemplos, quince propuestas”, encontramos ejemplos muy concretos. El huerto escolar del AMPA del Colegio Público Ponent, en Inca (Mallorca), el proyecto “Aula Abierta-Talleres” del AMPA del Colegio Palomeras (Madrid) o el taller “Todos a escena” del AMPA del Centro Rural Agrupado Santa Lucía (Guadalajara) son modelos que están al alcance de cualquier AMPA, y que permiten crear una relación estrecha entre todos los sectores de la comunidad escolar. Otras actividades que ayudan a avanzar en esta dirección son aquellas que se realizan a través de comisiones mixtas formadas por padres y madres y el profesorado. Desde esta perspectiva, son muchas las AMPAs que organizan de manera conjunta con los profesionales de la educación actividades diversas, así como planes de mejora para innovar en el ámbito de la enseñanza.
Las experiencias del CP Santa Teresa de Siles (Jaén) o del Virgen del Fresno, de Grado (Asturias), nos demuestran que las familias y el profesorado pueden trabajar juntos sin suspicacias ni recelos. Otra de las labores en las que trabajan las asociaciones de padres es la de promover la participación de los padres y madres en la gestión del centro, así como en el control de su calidad educativa. Pero la realidad es que esta función queda reducida, en no pocas ocasiones, a la labor que realiza el representante del AMPA en el Consejo Escolar. Sin embargo, las asociaciones de padrestienen que ir más allá para lograr un mayor nivel de participación por parte de las familias. Se debe articular un conjunto de mecanismos que ayuden a recoger sugerencias para enriquecer el debate en el seno del Consejo Escolar del centro. Entre estos mecanismos cabe citar los siguientes: trasladar aquellos informes que se considere necesarios para la mejora del centro, impulsar la creación de comisiones mixtas que permitan una participación lo más amplia posible, y saber transmitir la información del Consejo Escolar para que llegue a las familias con transparencia y fidelidad, promoviendo así laconfianza en los órganos de gestión. Pero, además, se debería impulsar la  participación desde la propia AMPA mediante asambleas informativas. El objetivo de estas reuniones sería la reflexión y la toma de decisiones, dando a conocer los diferentes mecanismos de organización del centro, así como sus instalaciones, objetivos, contenidos y métodos educativos, y facilitando la participación de las familias en el Proyecto de Centro, en la programación general, etc. Experiencias como la del AMPA del Colegio Pinar Prados, de Pozuelo de Alarcón (Madrid), son ejemplos que nos pueden abrir caminos para soluciona algunos problemas en este sentido. La puesta en marcha de actividades culturales, deportivas y recreativas que completan la educación recibida por el alumnado en la enseñanza formal es una de las ocupaciones más tradicionales en las que trabajan las AMPAs; en la mayoría de los casos, estas actividades son gestionadas y pagadas en gran medida por los propios usuarios. Esta situación encierra un peligro: el de crear una oferta privada dentro de la escuela pública, lo que puede llevar a introducir más desigualdades entre el alumnado de un mismo centro. Por tanto, las asociaciones de padres deben plantearse, entre otras cosas, abrir un debate en el seno de la comunidad educativa para hablar de la educación más allá del horario escolar, de sus responsabilidades y de las negociaciones y exigencias que hay que hacer llegara la Administración para conseguir que en ningún caso aumenten las diferencias. Trasladar a todos los padres y madres asociados la máxima información en el menor tiempo posible es otra tarea propia de las AMPAs, algo que hoy en día dista mucho de ser una realidad,Conseguir que toda la información significativa llegue a todos constituye un gran reto para las asociaciones de padres. Existen experiencias en este sentido que nos pueden proporcionar algunas pistas,como la de CP Pinar Prados, de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y la del CP Ramiro de Maeztu (Madrid).
Algunas dificultades que hay que superar

Es necesario superar determinados obstáculos y peligros que impiden a las AMPAs trabajar de forma eficaz en el desarrollo pleno de sus funciones y en la conquista de sus derechos, y que las alejan cada vez más de sus verdaderos fines, convirtiéndolas en órganos puramente burocráticos.

La permanencia de una estructura demasiado cerrada

Se trata de un obstáculo que dificulta la conexión del AMPA con muchos padres y madres, al entorpecer su apertura a determinados cambios sociales y, en consecuencia, a la diversidad de intereses y situaciones que viven las familias de forma cotidiana; esto convierte a muchas asociaciones de padres en organizaciones

con un escaso atractivo para los ciudadanos y ciudadanas. Ante esta realidad, el AMPA tiene que replantearse una organización mucho más abierta y flexible, que permita a las familias integrarse y participar por diversas vías y medios. Algunas propuestas al respecto:

- Fijar el “Día del AMPA” como una jornada de convivencia en la que puedan participar todos los miembros de la comunidad educativa.

- Lograr que las reuniones de aula se conviertan en lugares en los que se informe de los proyectos y preocupaciones de la asociación. La experiencia del AMPA del CP Cervantes de Buñol (Valencia) constituye un referente que puede ayudar a avanzar en esta dirección.

- Organizar “excursiones en familia” que permitan la participación de padres, madres y alumnos.

- Solicitar los correos electrónicos de las familias pertenecientes a la asociación y establecer una red que favorezca la comunicación entre la junta directiva y los miembros del AMPA, así como también entre los distintos miembros entre sí.

http://www.oocities.org/es/ampasanblas/desc/queson200403.pdf


ARTÍCULO Nº 2

Jefe de Estudios:


El Jefe de Estudios tiene a su cargo la elaboración del horario del profesorado. Coordina y apoya las funciones de los tutores-as del Centro, especialmente en lo que se refiere a la atención que precisan los alumnos-as en los momentos críticos de su escolaridad. A tal efecto, se reune periódicamente con los tutores-as de cada curso y lleva a cabo la coordinación de éstos con el equipo de orientación. Asimismo, fomenta la actuación coordinada del profesorado en todos los niveles y ciclos, sin perjuicio de la función de coordinación general que otros órganos unipersonales de gobierno tienen asignadas.
Sin perder de vista la idea de «equipo directivo» como forma de dirigir el centro, nos encontramos con una figura clave en su organización, el Jefe de Estudios, que representa el motor de la vida académica y que en muchas ocasiones no está suficientemente reconocida, dada la labor y la responsabilidad que tiene que asumir. Así, si el director debe asumir funciones de animador, impulsor y coordinador de la actividad global del centro, el jefe de estudios es el responsable de que la actividad propiamente académica funcione adecuadamente, coordinándola y motivando al profesorado para su realización.
Funciones del jefe de estudios:

La Jefatura de Estudios coordina y vela por la ejecución de las actividades de carácter académico de profesores y alumnos en relación con el Plan Anual de Centro. El Jefe de Estudios coordina, asimismo, todas las actividades de orientación y complementarias de alumnos y profesores. Además son obligaciones del jefe de estudios:

-Estructurar y coordinar, agrupamientos y programaciones en las actividades vinculadas a los grupos flexibles y grupos de apoyo e integración así como la organización de los horarios

-Informar a los Órganos Colegiados y a la dirección sobre el análisis de resultados escolares habidos en cada evaluación y, con ello, sobre el grado de éxito/fracaso alcanzado por el alumnado.

-Coordinar los servicios de apoyo externo (EATAI, EOE, CEP).

-Fomentar, orientar y coordinar las actividades tutoriales de los profesores velando por el cumplimiento del Proyecto de Centro y el Plan de Centro

-Dinamizar, orientar y coordinar la elaboración del PCC así como sus posibles adecuaciones al contexto sociocultural del alumnado.

-Informar al Director/a, al Órgano competente o a la Administración de las faltas de los profesores y de sus causas. Además expondrá en el tablón de anuncios de la sala de profesores las faltas mensuales de éstos.

Anotar los retrasos y posibles incidencias horarias. No obstante, habrá que tener en cuenta todo lo regulado en las Instrucciones de principios de curso existentes al respecto.

-De la misma forma actuará con respecto a las faltas reiterativas de los alumnos, que le serán transmitidas por los tutores y se les informará a los padres.

-Organizar los actos académicos.

-Cualquier otra función que le pueda ser encomendada por el Director/a dentro de su ámbito de competencia.
Las competencias:

Las competencias del jefe de estudios van en la línea de coordinar y velar que la actividad académica del centro se desarrolle lo mejor posible. Así, elaborará los horarios de profesores y alumnos; planificará y organizará las actividades de formación de profesores; coordinará las actividades académicas, de orientación y complementarias; coordinará las tareas de los equipos de ciclo y la acción de los tutores; coordinará e impulsará la participación de los alumnos en el centro, velando por la ejecución de las actividades de carácter académico, de orientación y complementarias. También sustituirá al director en caso de ausencia o enfermedad y ejercerá, por delegación del director y bajo su autoridad, la jefatura del personal docente en todo lo relativo al régimen académico.
Actuación:

Por lo tanto, sobre el jefe de estudios recaen todas aquellas actuaciones propiamente educativas que determinarán la eficacia del centro. Tendrá que asumir que deberá llevarlas a cabo en un marco en el que prima la autonomía del profesor y el principio de participación en la toma de decisiones. Su actuación deberá basarse más en el convencimiento y la motivación que en el ordeno y mando, teniendo como referencia el contenido de documentos como el Proyecto Educativo, el Proyecto Curricular y la Programación General Anual, en donde deberán concretarse con claridad las normas y objetivos que presiden el centro educativo, y que el jefe de estudios es uno de los responsables de que se lleven a cabo.
http://organizaciondecentros.wikispaces.com/JEFE+DE+ESTUDIOS

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